Para el correcto desarrollo de la gestión de seguridad y salud en el trabajo, es fundamental establecer objetivos claros y medibles. Esto permite una identificación precisa del enfoque bajo el cual se está desarrollando el Sistema de Gestión de Seguridad y Salud en el Trabajo (SG-SST).
Los objetivos de seguridad y salud en el trabajo constituyen un elemento estructural esencial. Deben estar claramente definidos para orientar la gestión del SG-SST, asegurando que esta se alinee tanto con la normativa vigente como con las características específicas de cada organización.
Es crucial considerar el Decreto 1072 de 2015, ya que establece los objetivos mínimos que deben ser incorporados, especificando lo siguiente:
«Artículo 2.2.4.6.7. Objetivos de la política de seguridad y salud en el trabajo (SST). La Política de SST de la empresa debe incluir, como mínimo, los siguientes objetivos sobre los cuales la organización expresa su compromiso:
Cada empresa posee características únicas, lo que implica que sus necesidades en materia de seguridad y salud laboral también pueden variar. Por ello, al definir o establecer los objetivos de seguridad y salud en el trabajo, es recomendable considerar las particularidades y necesidades específicas de cada organización, así como los retos que se buscan abordar con los objetivos definidos.
Es crucial que, al definir nuestros objetivos, estos comiencen con un verbo en infinitivo. Esta práctica facilita la claridad en cuanto a lo que se desea alcanzar. Por ejemplo, «prevenir la ocurrencia de accidentes de trabajo y enfermedades laborales en la organización».
Este enfoque ayuda a establecer una dirección clara y acciónable para la gestión de la seguridad y salud en el trabajo, enfocándose en resultados específicos y medibles.
Para una medición efectiva y contar con un parámetro de verificación del logro de los objetivos, es siempre recomendable establecer metas que sean exigentes pero alcanzables.
A menudo, se incurre en el error de realizar una medición global de los objetivos definidos. Sin embargo, lo más aconsejable es medir cada uno de los objetivos de manera independiente e individual, lo que permite identificar las fortalezas y debilidades del proceso desarrollado.
Dado que la política de seguridad y salud en el trabajo es uno de los pilares de este proceso, nuestros objetivos deben estar alineados con los compromisos establecidos en la política SST de la organización. Esto asegura coherencia en las acciones y proyecciones de nuestra gestión.
Al establecer o crear los objetivos de seguridad y salud en el trabajo, es recomendable contar con el apoyo de tres roles primordiales: los responsables de seguridad y salud en el trabajo, la alta dirección o gerencia, y los miembros de los comités presentes en la organización. Esto asegura que se tenga en cuenta la opinión y percepción de cada uno para proyectar adecuadamente cada objetivo.
Conforme al Decreto 1072 de 2015, tanto las políticas como los objetivos deben estar firmados por el representante legal de la organización:
“Artículo 2.2.4.6.12. Documentación. El empleador debe mantener disponibles y debidamente actualizados, entre otros, los siguientes documentos en relación con el Sistema de Gestión de la Seguridad y Salud en el Trabajo (SG-SST): 1. La política y los objetivos de la empresa en materia de seguridad y salud en el trabajo (SST), firmados por el empleador.”
Es fundamental reconocer que uno de los principales objetivos, implícito en nuestra documentación, debe enfocarse en garantizar o promover condiciones laborales óptimas para todos los colaboradores. Esto se logra mediante estrategias y acciones preventivas contra accidentes de trabajo y enfermedades laborales, así como cualquier otra condición que pueda afectar la salud o integridad de los trabajadores, tanto a nivel físico como psicológico.
Aunque los objetivos puedan ser percibidos simplemente como otro documento dentro del sistema de gestión, es vital comprender que representan la proyección de lo que deseamos alcanzar con nuestras actividades y gestión. Esto subraya la importancia de esta temática en todos los niveles de la organización y facilita una medición adecuada del desarrollo de las actividades y su efectividad para asegurar entornos de trabajo seguros.
Anualmente, es necesario verificar y/o actualizar los objetivos establecidos en materia de seguridad y salud en el trabajo. Este paso es crucial para adaptarse a nuevas circunstancias o realidades que enfrenta nuestra organización, permitiendo mejorar los resultados de nuestra gestión al abordar los riesgos y condiciones existentes.
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