La salud auditiva en el ámbito laboral es un pilar fundamental del bienestar de los empleados y un componente crítico del Sistema de Gestión de Seguridad y Salud en el Trabajo (SGSST) en Colombia. Entre las herramientas para evaluar esta dimensión de la salud, la audiometría se destaca como un examen esencial. A continuación, desglosaremos qué es, cómo se realiza, su importancia, y más.
El examen de audiometría se lleva a cabo en un ambiente controlado, libre de ruidos externos, utilizando un audiómetro. El profesional en audiología guía al paciente a través de una serie de pruebas auditivas, incluyendo tonos puros, pruebas de palabra, y más, para evaluar diferentes aspectos de la audición.
La realización del examen de audiometría en el contexto ocupacional es crucial para identificar trabajadores expuestos a riesgos auditivos, prevenir la pérdida de audición inducida por el ruido, y asegurar que los empleados mantengan una óptima salud auditiva. Es una herramienta preventiva y de diagnóstico esencial en el SGSST.
Los resultados normales en una audiometría varían, pero generalmente, una persona con audición normal puede escuchar tonos en un rango de 0 a 30 decibeles (dB). Los resultados se presentan en un audiograma, que es un gráfico visual de la capacidad auditiva de una persona.
En el caso de solo poder escuchar entre 31 (dB) y 40 (dB) se puede considerar Hipoacusia leve
La audiometría se recomienda especialmente para cargos que implican exposición a niveles de ruido potencialmente dañinos. Esto incluye, pero no se limita a, sectores como la construcción, la minería, la manufactura, y cualquier otro entorno donde los niveles de ruido superen los límites seguros establecidos por las normativas colombianas.
En los entornos administrativos, factores como el uso prolongado de audífonos para comunicaciones o entretenimiento pueden incidir significativamente en la capacidad auditiva del personal. Este hábito, a menudo subestimado, puede contribuir a una exposición constante a niveles de sonido que, aunque no se equiparan a los ruidos industriales, tienen el potencial de afectar la audición a largo plazo. Por lo tanto, incorporar evaluaciones audiométricas en los protocolos de salud ocupacional para puestos administrativos no solo es una medida preventiva importante sino también una estrategia integral para preservar la salud auditiva de todos los empleados, independientemente de su función específica dentro de la empresa.
Para determinar con precisión qué cargos o roles dentro de una organización requieren la realización de audiometrías, es indispensable contar con un profesiograma actualizado. Este documento, elaborado por un médico especialista en seguridad y salud en el trabajo, analiza detalladamente las características y responsabilidades de cada puesto, así como los riesgos específicos a los que se expone cada empleado. Gracias a este análisis minucioso, es posible establecer de manera informada y objetiva la necesidad y aplicabilidad de la audiometría para cada cargo, garantizando así un enfoque preventivo y personalizado en la gestión de la salud auditiva. Este proceso subraya la importancia de una evaluación de riesgos bien fundamentada y la toma de decisiones basada en evidencia para la protección efectiva de la salud auditiva en el ambiente laboral.
Mantener una buena salud auditiva en el ambiente laboral no solo previene la pérdida de audición, sino que también mejora la calidad de vida de los empleados, reduce accidentes y aumenta la productividad. Es un aspecto esencial del bienestar general y la seguridad en el trabajo.
La audiometría debe ser realizada por un profesional en audiología especializado en Seguridad y Salud en el Trabajo, capacitado y con experiencia en la evaluación de la función auditiva. Es importante que este profesional esté certificado y cumpla con las normativas colombianas para garantizar la precisión y fiabilidad de los resultados.
Explorar los distintos tipos de pruebas audiométricas es esencial para comprender cómo se evalúa la capacidad auditiva y se diagnostican posibles problemas auditivos. Estas pruebas forman la base de una evaluación audiológica completa y son cruciales para la detección temprana y el manejo de la pérdida auditiva. A continuación, detallaremos algunas de las pruebas audiométricas más comunes, como la otoscopia, las pruebas de diapasones (incluyendo las pruebas de Rinne y Weber), y la evaluación audiométrica.
La otoscopia es un procedimiento preliminar y fundamental en cualquier evaluación auditiva. Utilizando un instrumento llamado otoscopio, el especialista examina el exterior del oído, el conducto auditivo y el tímpano. El propósito de esta inspección es identificar cualquier anomalía física, obstrucción, inflamación, o infección que pueda afectar la audición. Esta prueba es esencial para determinar si hay condiciones que requieran tratamiento médico antes de proceder con pruebas auditivas más específicas.
Las pruebas de diapasones son métodos clásicos y manuales para evaluar la audición. Utilizan un instrumento metálico en forma de U, conocido como diapasón, que vibra a frecuencias específicas cuando se golpea. Estas pruebas pueden ayudar a diferenciar entre la pérdida auditiva conductiva (problemas en el oído externo o medio) y la pérdida auditiva neurosensorial (problemas en el oído interno, incluido el nervio auditivo).
Prueba de Rinne: Consiste en colocar el diapasón vibrante en el mastoides (hueso detrás de la oreja) hasta que el paciente deja de escuchar el sonido, y luego moverlo al aire cerca del canal auditivo. Si el sonido se escucha más tiempo por conducción aérea (cerca del canal auditivo) que por conducción ósea (mastoides), se considera normal. Si no, puede indicar pérdida auditiva conductiva.
Prueba de Weber: En esta prueba, el diapasón vibrante se coloca en el centro de la frente o en la parte superior de la cabeza del paciente. Se pregunta al paciente en qué oído escucha el sonido más fuerte. En condiciones normales, el sonido se percibe igual en ambos oídos. Una percepción más fuerte en un oído puede indicar pérdida auditiva neurosensorial en el oído opuesto o pérdida auditiva conductiva en el oído donde se escucha más fuerte.
Cada una de estas pruebas aporta información valiosa sobre diferentes aspectos de la función auditiva. La selección y combinación de pruebas dependen de la situación individual del paciente, los síntomas reportados, y los objetivos específicos de la evaluación. Juntas, forman un enfoque integral para evaluar la salud auditiva y guiar las intervenciones necesarias.
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